Colegio
En el número anterior,
dejábamos a los escolares en vísperas de las vacaciones, que se
iniciaban con la velada navideña. Era el 20 de diciembre. Las palabras
que el director del colegio dirigió a toda la comunidad educativa en ese
acto resumen el contraste de resultados: teniendo en cuenta lo visto,
resultaba viable abrir una academia de "Operación Triunfo". Y es
que los jóvenes, a pesar del poco tiempo disponible y contando con la
dirección de veteranos en estas lides —profesora doña Amalia y los
educadores—, pusieron a valer el alma de cantantes y artistas que llevan
dentro. Pronto tendrán ocasión de demostrarlo de nuevo en el festival de
la canción misionera, que va a tener lugar el 22 de marzo.
Seguimos adelante con
el plan de mejoras en la ambientación de la casa. Nuevos cuadros adornan
sus paredes, coincidiendo con la pintura de los antiguos techos oscuros.
El salón luce muebles propios de una sala de estar. Al lado, se puede
ver más cómodamente la nueva televisión. Hay nuevas salas para jugar al
pimpón y al futbolín. Además del disfrute familiar con ocasión de los
puentes y fines de semana y de las actividades deportivas, nuestros
alumnos han tenido la oportunidad de entrar en contacto con la nieve en
la estación de La Covatilla, Béjar. Volvieron todos sanos y contentos.
Otra actividad destacada ha sido la colaboración con la "Operación
bocata", que ha organizado un año más Manos Unidas y tuvo lugar
el 14 de febrero. Participaron varios miles de jóvenes y no tan jóvenes
en los cuatro puntos —uno de ellos, nuestro colegio Santo Tomás de
Villanueva— que cubrían el mapa de Salamanca. Al haber menos afluencia
que en ocasiones anteriores, se evitaron los problemas de aglomeración.
Sobre las celebraciones
del cumpleaños del prior y de san José, no hay grandes noticias, pues
las fiestas ya no son lo que fueron: algunos invitados —el padre Daniel
Ayala y el sacerdote amigo de la casa, don Tomás Amores— en la primera
celebración, y el día san José solamente la comunidad. La misa con los
estudiantes fue en la mañana, después se fueron al campo, de capea.
Comunidad
Aparte de un susto por
la bajada de azúcar del padre Esteban Peña, todos los frailes están
bien: los churros del domingo son efectivos, y las gripes, aunque se
repitan, se superan sin mayores problemas. El padre Esteban está
contento con el cambio a una habitación equipada con mayores servicios.
Se han comprado nuevos ordenadores para las labores de secretaría y para
los directores de ambas residencias. Conviene reseñar, en el aspecto
religioso, nuestra participación en la jornada de la vida consagrada, el
día 2 de febrero, y la presencia constante como capellanes de las tres
comunidades ya conocidas. Con ellas hemos estado sobre todo en momentos
especiales, como las exequias de sor Dolores (Hijas de María Madre de la
Iglesia) y la fiesta de san Enrique de Ossó (Teresianas). También las
monjas agustinas recoletas y las religiosas MAR nos tienen muy cerca en
cuantas ocasiones lo requieren: retiros, misas, visitas. Con ellas
compartimos la alegría propia la Navidad, ya que en la tarde del día 25
de diciembre nos reunimos las tres comunidades recoletas en el convento
de La Purísima y allí, entre animada charla, cantos y dulces,
transcurrió lo que daba de sí el horario de clausura. En la mañana en
compañía de nuestros hermanos agustinos habíamos celebrado en su colegio
la misa y la comida. No faltó el regalo navideño, este año con motivos
de la capitalidad cultural europea de Salamanca.
Coincidiendo con una
visita del prior provincial, acompañamos a la superiora general de las
MAR en el entierro de su madre, que se celebró en Riello, pequeño pueblo
de León. La familia se desvivió para que los religiosos y religiosas
llegados de lejos recuperáramos las fuerzas para el viaje de vuelta. En
otra ocasión nos acercamos hasta Valladolid con motivo del fallecimiento
del hermano José Luis Sola, miembro de la comunidad. Por motivos más
alegres pudimos realizar una salida en los días de carnaval y conocer
detenidamente Plasencia, Béjar, Candelario y Ledrada. La jornada acabó
en la casa familiar de fray Enrique Gómez, donde saboreamos los
embutidos que han hecho famoso a su pueblo. Otras visitas han tenido por
destino la capital. Hasta allí se acercan con alguna frecuencia, y por
razones de provincia o de Orden, los padres Javier Ruiz, Pedro Merino y
Jesús Lerena. No está de más recordar en este momento que nos espera a
unos cuantos una cita importante en Salamanca: el curso de renovación
OAR durante el mes de julio. De Madrid, aparte la visita del padre
Fortunato Pablo, llegó el padre Rafa Nieto que aceptó la invitación para
hablarnos de la pastoral juvenil vocacional.
Habrá llegado a muchos
la noticia y el ejemplar de un trabajo del más joven de la casa, fray
Enrique. La obra, fruto de su experiencia con jóvenes peruanos y en la
que ha colaborado el padre Rafa en la composición de la cubierta, lleva
por título Jesús entre los jóvenes. Su publicación en los
primeros días de febrero coincidió con su bien documentada conferencia
sobre la figura de Fray Luis de León, dentro del ciclo "Conversaciones
de San Esteban", que organiza todos los años el instituto teológico de
este nombre.
Si hace poco se nos iba
monseñor Braulio Rodríguez hasta tierras vallisoletanas, su sustituto,
monseñor Carlos López, nos ha llegado desde Plasencia, Cáceres, diócesis
a la que pertenecen algunos pueblos salmantinos. El día 2 de marzo, una
treintena de obispos, más de trescientos sacerdotes y unos cuatro miles
de fieles daban la bienvenida al nuevo pastor de la diócesis de
Salamanca.
P.
Jesús Lerena