Finalizó el año 2002,
mas no se acabó el paro nacional indefinido. Y pensar que algunos, en
las vísperas de ser convocado, aseguraban que no duraría más de tres
días, que la situación se haría insostenible... Pues pasaron tres días,
pasó la Inmaculada, la Navidad, pasó el fin de año y el comienzo del
nuevo. En esta última fecha, algunos andábamos por Perú, en las cumbres
de Chota. Efectivamente, el 1 de enero asistimos a la constitución de la
primera parroquia de la provincia dedicada a santa Mónica. Fue una
jornada especial para muchos religiosos y para los feligreses de Chota.
Al regresar a Caracas,
la misma realidad del conflicto. Y a sufrir las consecuencias de la
tensión social. La situación de paro se prolongó el mes de enero, lo que
ocasionó mucho malestar en nuestros colegios por la inasistencia de los
alumnos y por la presión de algunos padres de familia y de las
autoridades del ministerio. Se elaboraron reprogramaciones y guías de
estudio para que los alumnos aprovecharan el tiempo en casa. Los
religiosos que trabajan en la enseñanza lo pasaron mal. A finales de
mes, la situación fue normalizándose, sobre todo en Caracas.
Los seminaristas de
Palmira adelantaron las fechas de vacaciones por el temor de no poder
trasladarse a sus hogares debido a la suspensión de muchos trasportes
regulares. El regreso fue el 1 de febrero, precisamente la víspera del
llamado "firmazo": un referéndum general extraoficial organizado por la
oposición el día 2 de marzo.
El padre Arnovio
Alfonzo Galavís llegó destinado a la vicaría el 1 de diciembre. Después
de las vacaciones fue nombrado promotor vocacional y, con residencia en
la comunidad de Maracay, colaborará con el padre Ricardo Riaño en la
misma responsabilidad. El vicario provincial hizo la visita de
renovación a la comunidad de Las Mercedes, entre los días 20 y 25 de
enero.
El día 14 de febrero
los padres Eduardo Durán e Ismael Ojeda se trasladaron a Puerto Cabello
para entrevistarse con un grupo de doctores que desean alquilar nuestra
antigua casa y montar allí un centro médico. Algunos de los interesados
son antiguos catequistas de nuestras parroquias de Puerto, y reconocen
nuestra labor pastoral. Desde un primer momento hubo bastante
entendimiento por ambas partes, y es muy probable que se firme el
contrato.
El día 16 de febrero el
hermano Luis Alberca, acompañando al padre Ricardo, visitó el Táchira y
estuvo una semana en Palmira. Los padres Ricardo y Arnovio, en la
segunda mitad del mes de febrero, se dedicaron a visitar las comarcas
vecinas y entrevistarse con los jóvenes vocacionables. Recorrieron entre
otros lugares las comunidades de la parroquia de Palmira, Pueblo Hondo,
Pregonero, La Fría, El Vigía, Cajaseca, Isnotú, Valera... Quedaron
comprometidos para asistir a la convivencia en el seminario unos veinte
jóvenes.
Debido a la situación
sociopolítica, el consejo de la vicaría estimó conveniente la suspensión
de las dos tandas de ejercicios espirituales programadas para los
carnavales y la primera semana de cuaresma. El padre vicario pasó una
circular notificando la supresión e invitando a que cada comunidad
programara los ejercicios de los religiosos.
Las comunidades de
Caracas y de Maracay, coincidiendo con el lunes de carnaval, organizaron
en Tasajera un día de campo y de esparcimiento comunitario. El padre
Eddy Polo se adelantó para los preparativos. Nos juntamos doce
religiosos. En un día espléndido, la casa, los jardines, la capilla
remozada lucían limpios y acogedores. Algunos ya conocían el lugar,
otros no. Así que hubo paseo y un compartir fraterno con una sabrosa
parrillada.
Gracias a Dios y a
pesar de todos los inconvenientes, está prácticamente terminada la obra
del techado de la azotea del colegio Santo Tomás de Villanueva. Faltan
aún los acabados interiores, el piso y el mobiliario. Indudablemente
constituirá una mejora importante para el colegio.
El prior provincial
llegó a Caracas el día 12 de marzo y fue recibido en el aeropuerto por
el padre vicario. Se hospedó en Las Mercedes. Al día siguiente celebró
allí su cumpleaños y fue agasajado por todos los religiosos de la
capital. Alguien preguntó desde cuándo no celebraba un provincial el
cumpleaños en Caracas. Por la mañana había visitado a fray Miguel Núñez,
que se encontraba en el hospital, y también a los hermanos de las
comunidades San Agustín y Cristo Rey. Por la tarde elaboró con el
vicario provincial el programa de la visita, y al día siguiente empezó
por la comunidad San Agustín. El 19 se reunieron los religiosos de
Caracas en el colegio Cristo Rey para celebrar al patrón y titular de la
provincia. El padre Fortunato presidió la misa y después los hermanos
compartieron la cena. Nos acompañaron varios religiosos de la provincia
Santo Tomás de Villanueva y las religiosas MAR de la comunidad de
Cumbres de Curumo.
A los enfermos les
acompañamos en sus dolores durante la Cuaresma y les deseamos la plena
recuperación. Fray Miguel Núñez está en San Agustín. Después de haber
sido internado unos días en la clínica por una infección que le producía
fiebre, regresó a casa poco antes de la clausura de la visita del prior
provincial. Nos alegramos de que las molestias del padre Jesús Zurbano
quedaran en una simple hemorragia nasal. El padre Eduardo Contreras va
haciendo vida normal, después de la última visita al hospital. Al padre
Romualdo Pérez le deseamos que pronto le quiten la catarata para que
disfrute de clara visión en ambos ojos, y así pueda desenvolverse mejor
en su ministerio pastoral y en otras responsabilidades que tienen
confiadas. Al padre Carlos Alonso, ojito con la vida sedentaria: el
paseo ahuyenta la flebitis. El padre Secundino Zambrano continúa con las
molestias en una pierna. No hay médico que le acierte. A ver si en el
santuario de la beata María de San José encuentra la curación. El padre
Manuel Lerena continúa en reposo absoluto por dos semanas. Está bien que
un estollino se haga el valiente, pero no tanto. Que todos, con el favor
de Dios, vayan mejorando.
Amigos de Recortes, que
Dios los fortalezca en su peregrinar cuaresmal hasta llegar al triunfo
con Cristo, a la Pascua florida.
P.
Ismael Ojeda.