Espera y soluciones
Había quedado señalado
el 5 de enero como día de retorno de los seminaristas tras las
vacaciones navideñas; sin embargo, la situación crítica del país no
aconsejó el regreso en tal fecha: la falta de gasolina impedía la
movilización de los seminaristas. La carencia de gas para la cocina
hacía casi imposible la preparación de las comidas. Las clases del
instituto universitario Santo Tomás de Aquino, donde estudian nuestros
filósofos, quedaron suspendidas hasta nueva orden por idénticas razones.
En la reunión de la
comunidad del 24 de enero, convinimos en llamar a nuestros seminaristas
para el 1 de febrero, y elaborar un programa de actividades para
atenderles mientras comenzaran las clases. Se determinó también preparar
una cocina de leña, con tres hornillas, plancha, horno y dispensador de
agua caliente, que se instaló en el bohío-kiosco cercano a los sótanos,
con la gran suerte de que a nuestras eficientes cocineras les gusta más
cocinar en ella que en la de gas, de manera que a mediados de marzo
siguen haciendo allí el almuerzo. Volvieron, pues, contentos por
encontrarse nuevamente en su seminario. Durante la semana del 3 al 8 de
febrero, participaron en un programa especial de clases y otras
actividades. El día 10 los filósofos se incorporaron a las clases
normales del instituto universitario, y los del propedéutico continuaron
sus actividades académicas en casa.
Obras
son amores...
A raíz del incendio del
belén el 1 de enero, han sido necesarias obras de restauración, limpieza
y pintura en los salones y escaleras centrales de los tres pisos del
seminario. También se aprovechó la ocasión para colocar baldosa en los
rodapiés de los salones y escaleras. Para finales de enero quedaron
restauradas todas las zonas afectadas directa o indirectamente por el
incendio.
Después de varios años,
se pintaron las paredes y ventanales que dan al exterior y al jardín
interior del seminario. Dentro de poco tendremos un seminario con todos
los exteriores completamente restaurados.
El piso de granito en
la iglesia San José, en San Cristóbal, parece un espejo, después que la
comunidad decidió "emplomar", pulirlo. Para tan importante obra el padre
Antonio Martínez, prior y párroco, contó con la colaboración de la
gobernación del Estado Recordemos que conforman la comunidad los padres
Antonio Martínez, Jesús Zurbano y Jaime Ruiz. Éste es párroco de El Buen
Pastor, parroquia ubicada en Puente Real, barrio periférico de San
Cristóbal.
Patrono de la provincia
La celebración de la
festividad de san José fue precedida de un triduo. Mediante charlas y
lecturas, en la que denominamos "semana josefina", los seminaristas
entraron en contacto con la eminente y a la vez humilde personalidad de
nuestro patrón. El seminario y la fraternidad seglar de Palmira se
trasladaron a San Cristóbal el 19 de marzo para honrar, junto a los
otros hermanos de esta ciudad, al glorioso patriarca en el magnífico
templo que lleva su nombre. Presidió la eucaristía el prior de la casa,
padre Antonio Martínez, y le acompañaron en el altar los padres Casiano
Martínez —encargado de la homilía—, Jesús Zurbano, Jaime Ruiz, César
Rosales y José Julio Chacón. Los seminaristas participaron con los
cantos en una iglesia repleta de fieles. Terminada la eucaristía, se
inició la procesión por las calles próximas, a la que se unió la banda
musical del instituto Santa Rosalía. A continuación, la coral del
colegio de abogados interpretó varias canciones del folklore andino. Una
cena sencilla preparada por la fraternidad seglar anfitriona cerró esta
celebración.
P. José Julio Chacón. z
Visita pastoral
El mes de febrero fue
muy especial para nuestras parroquias San José y El Buen Pastor (en San
Cristóbal) y San Agatón (en Palmira), que recibieron la visita pastoral
del obispo diocesano, monseñor Mario del Valle Moronta. En la parroquia
El Buen Pastor, en Puente Real, compartió con toda la comunidad,
especialmente con los grupos neocatecumenales, visitó a los enfermos y
animó a los niños y jóvenes estudiantes.
El día 18 fue recibido
en Palmira por una gran multitud congregada a las puertas del templo.
Entre ellos estaban el alcalde del municipio Guásimos, señor Ulíperes
Chacón; el padre Antonio Grimán, párroco de San Agatón; el padre Alcides
Vásquez, vicario parroquial; el padre Casiano Martínez, superior del
seminario; el padre Cesar Rosales y el padre Julio Chacón, formadores.
También se hallaban presentes los seminaristas y representantes de las
distintas comunidades que forman la parroquia. Seguidamente se celebró
la eucaristía de apertura de visita.
El obispo acudió a las
diferentes comunidades, centros educativos, seminarios, grupos y consejo
pastoral. Por la noche, el rostro de monseñor Moronta acusaba el
cansancio, pero también expresaba alegría y la felicidad por estar
compartiendo con este rebaño de Guásimos, presente en los diferentes
actos de la visita pastoral. En nuestro seminario exhortaba a los
seminaristas a la obediencia a la voluntad de Dios y a ser testigos en
estos tiempos difíciles para nuestro país.
El domingo 23, día de
la clausura de la visita, monseñor resumía la misma con estas palabras:
«Estoy alegre, he aprendido mucho de esta parroquia San Agatón. Destaco
la riqueza espiritual que les distingue como miembros de la Iglesia. En
cada rincón de este municipio he encontrado el afecto y la atención, que
nace en una fe vivida en el amor con esperanza. Solamente me quejo de
una cosa: en toda esta semana me han robado varias veces aquí en
Palmira... (Se pudo notar la cara de extrañeza del párroco y del
alcalde). Ese robo ha sido el robo de mi corazón por parte de cada uno
de ustedes».
D. Javier Reyes. z
Desde
el seminario
En nuestro seminario
filosófico de Palmira nos encontramos treinta y dos jóvenes de varias
regiones del país y de diferentes edades: 7 del Táchira, 8 de Falcón, 3
de Mérida, 3 de Zulia, 7 de Yaracuy, 1 del Distrito federal, 2 de Lara,
1 de Trujillo. Tratamos de buscar la voluntad de Dios bajo la mirada y
orientación de los formadores, que con mucha paciencia y aprecio nos
ayudan a vivir agustinianamente esta etapa de formación inicial, a
crecer en el aprecio de Nuestro Padre san Agustín, siguiendo a Jesús con
entusiasmo y mucha alegría.
La vivencia comunitaria
es uno de los ejes fundamentales en nuestra formación, junto con la
eucaristía y la palabra de Dios, siempre actual. Todos los viernes,
seminaristas y formadores, tenemos la celebración de la palabra, donde
compartimos lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo en el
Espíritu.
De los treinta y dos
seminaristas, trece —con uno, dos o tres años de experiencia en el
seminario— son alumnos de instituto universitario eclesiástico Santo
Tomás donde reciben las clases de filosofía. Los otros diecinueve cursan
el año propedéutico en el seminario, como preparación antes de acudir al
instituto universitario.
Los domingos prestamos
un servicio pastoral en las comunidades de la parroquia San Agatón, de
Palmira: catequesis de primera comunión, infancia misionera, grupos
juveniles, encuentro de padres... Estas experiencias nos ayudan a
consolidar nuestra vocación. Ahora tenemos un corazón inquieto, inquieto
por servir, por amar a todos, por recibir una formación que nos ayude a
vivir una entrega generosa a Jesús.
D. José Luis González
Fernández. z
En la
radio
"Pon tu corazón en
marcha" es el título del nuevo espacio radial que, con la colaboración
de algunos alumnos, dirigen los padres del seminario Nuestra Señora del
Buen Consejo. Desde el 16 de febrero se emite este programa que se
escucha en los hogares del municipio Guásimos y San Cristóbal, a través
de Mantellina 99.9 FM, la radio comunitaria de Palmira. Es un programa
ameno, donde se abordan puntos de interés parroquial, además de otros
relacionados con la Iglesia y en especial con nuestra Orden. El nombre
"Pon tu corazón en marcha" tiene que ver mucho con los agustinos
recoletos, ya que el corazón es uno de nuestros símbolos. Además, un
corazón en marcha es un corazón inquieto, un corazón que está en busca,
en busca de la verdad, de la felicidad, de Dios.
El espacio consta de
varias secciones: informes parroquiales, comentario del evangelio del
domingo, las vitaminas del espíritu, pregúntale a fray... Todo ello, con
un toque de sabor agustiniano, que cada domingo de 11.00 a 12.00 horas
es escuchado en los hogares de Palmira y sus aldeas, en los de Táriba y
San Cristóbal, para hacer pasar a los oyentes una hora refrescante y
amena.
D. Juan Carlos
Maldonado. z