PERÚ
Fray Víctor Emiliano
Villegas Suclupe
es el primer agustino recoleto ordenado sacerdote en la parroquia
Nuestra Señora de la Consolación. Natural de Chiclayo, ha estado
vinculado a la parroquia como integrante de varios grupos juveniles. Fue
además catequista durante varios años, puesto que ingresó en el
seminario San Ezequiel Moreno, de Lima, después de haber obtenido el
título de ingeniero agrónomo. En la actualidad ejerce labor pastoral en
la parroquia Santa Rita de Casia, en Lima.
En la misma celebración
el día 22 de marzo, a las 11.00, monseñor José Carmelo Martínez, obispo
de la prelatura de Chota y Cutervo, confirió el orden de los diáconos a
fray Adelmo Irene Bustamante y fray Gerardo Rimarachín Rodrigo,
ambos naturales de la provincia de Cutervo. En la actualidad fray Adelmo
colabora en tareas pastorales en la comunidad de Arequipa, y fray
Gerardo realiza lo propio en la de Chiclayo.
La celebración fue todo
un acontecimiento para la parroquia. Los fieles, que llenaba el templo,
participaron expectantes en la ceremonia, y expresaron su júbilo sobre
todo en los acompañando en el canto y en el besamanos al neosacerdote al
final de la ceremonia.
Los tres ordenandos se
vieron acompañados por un buen número de familiares, emocionados ante un
acontecimiento tan especial. Si bien había muchos fieles de la parroquia
de Chiclayo y conocidos de fray Víctor, se notaba asimismo la presencia
de familiares de fray Adelmo y fray Gerardo, llegados de la prelatura de
Chota. De la parroquia Santa Rita, de Lima también acudió un grupo en
representación de la feligresía.
Por lo que se refiere a
los religiosos, estuvieron representadas todas las comunidades de la
vicaría. Los padres José Miguel Lerena y el padre Roberto Armas, como
vicario provincial y párroco respectivamente, compartieron puesto de
honor en el altar junto al obispo ordenante.
Después de la
eucaristía se ofreció un vino de honor para todos los asistentes. Y a
continuación se pasó al salón de recepciones para el almuerzo,
compartido por unos setenta comensales. Agradecemos a la comunidad de
Chiclayo la hospitalidad, la acogida y la buena organización del antes,
de la celebración misma y de los momentos posteriores.
Al nuevo sacerdote
deseamos que su ministerio sea fecundo, que el Espíritu lo ilumine
siempre en su vida apostólica; y a los diáconos, que para la familia
natural y religiosa llegue pronto el momento feliz de la ordenación de
presbíteros.
P. Ignacio Reinares