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VICARÍA
DE VENEZUELA
Encuentros
en Venezuela
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P.
Ismael Ojeda
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El
16 por la tarde llegamos a la Casa de Betania, en El Jabón, los
asistentes al encuentro del consejo y de los priores de la vicaría,
padres Casiano Martínez, prior de Palmira; Cándido Vázquez,
prior de Coro; Francisco Pablo, prior de San Onofre, Maracaibo;
Jaime Quijano, prior de La Consolación, Maracaibo; Santiago Domínguez,
prior de Maracay; Ismael Ojeda, vicario y prior de Las Mercedes,
Caracas; Lucilo Echazarreta, prior de Cristo Rey, Caracas; José
Luis Uruñuela, cuarto consejero y prior de San Agustín, Caracas;
Jorge Alberto Salgado, tercer consejero; César Augusto Rosales,
primer consejero. No pudieron asistir por motivos justificados los
priores de Barquisimeto y San Cristóbal, padres Fernando
Torrecilla y Antonio Martínez. Tampoco, el padre Javier Tello,
segundo consejero, por motivos de trabajo.
Después
de la cena, se reunieron en la sala de conferencias: el vicario
provincial dio la bienvenida a los participantes y entregó la
programación del encuentro. Con algunas observaciones a la
programación, fue aprobada en líneas generales. El rezo de
completas cerró la jornada.
El
horario de trabajo incluía tres sesiones por la mañana y dos por
la tarde. En la primera sesión del primer día, el vicario
provincial agradece, en primer lugar, la colaboración de los
consejeros y de los priores en la tarea de la animación de las
comunidades. A continuación remarca los objetivos del encuentro
señalados en la programación. Después expone los distintos
aspectos doctrinales de la función del superior de acuerdo con la
teología de la vida religiosa formulada en los últimos
documentos eclesiales. Repartió copia del trabajo a los
asistentes. Para moderar las sesiones de ambos días fue designado
el padre José Luis Uruñuela.
El
resto del día fue dedicado a los informes sobre los secretariados
y las comunidades locales, redactados o expuestos verbalmente en
base a este esquema: religiosos de la comunidad y
responsabilidades, y revisión de los distintos aspectos de la
vida religiosa, siguiendo los distintos secretariados:
Espiritualidad; formación: promoción vocacional; formación
continua; apostolado educativo y ministerial con atención a los
apostolados carismáticos como la fraternidad seglar, asociación
de madres cristianas santa Mónica, grupos JAR; espíritu
misionero; laicado y ministerios laicales; diagnóstico de la
comunidad en perspectiva de futuro; necesidades sentidas.
La
sesión de la noche fue dedicada a seleccionar las constantes
aparecidas en los informes. Es decir, pasamos del ver al juzgar,
de acuerdo a la metodología propuesta. Por unanimidad se aceptó
no asumir la tarea de reformular el plan de la Vicaría, sino
entregarlo tal como está redactado a las comunidades para ser
analizado en este tiempo previo a la asamblea general, programada
para el mes de octubre. Se sugería que el plan vicarial fuera
estudiado en alguna reunión mensual o en otra oportunidad; pero
siempre con la debida seriedad a fin de que surjan aportes
valiosos para la marcha de las comunidades.
Esas
propuestas, verbales o escritas, individuales o comunitarias, se
llevarán a la asamblea general, donde serán evaluadas por todos.
Los acuerdos serán recogidos por un equipo de redacción que
formularán la versión definitiva del Plan de la vicaría.
Finalmente, este Plan será devuelto a las comunidades a fin de
que siga iluminando y orientando, cada vez mejor, el proyecto
comunitario u Ordo domesticus.
El
segundo día por la mañana se acabó de seleccionar las
conclusiones, y una comisión se encargó de redactarlas. En la
sesión de la tarde se tocaron los distintos temas señalados en
la agenda y otros nuevos que los asistentes presentaron:
publicaciones y material agustiniano para los distintos
movimientos agustino-recoletos (libros, folletos, estampas...), imágenes
de san Agustín, colaboración en el boletín de la vicaría
Caminar Recoleto, distribución de los documentos del Papa sobre
el rosario y la eucaristía, asuntos de carácter económico,
promoción vocacional en nuestros ministerios, y otros puntos de
interés general o de algunas comunidades.
En
otro momento de las jornadas, se acordó celebrar este año el
segundo encuentro de la Fraternidad seglar a nivel de Vicaría:
del 31 de octubre al 3 de noviembre en El Jabón. En la reunión
había varios asesores de la fraternidad seglar.
Uno
de los frutos del encuentro fue la señalización de ciertas
fechas para las reuniones generales, como la asamblea vicarial,
los ejercicios espirituales y las jornadas de formación continua:
a la programación de esas actividades con suficiente antelación
debe corresponder por parte de los religiosos y de las comunidades
la prioridad de esas fechas sobre cualquier otra actividad o
preocupación. Por tanto se recomienda separar esas fechas en la
agenda.
A
continuación se realizó la evaluación del encuentro. En líneas
generales los asistentes se mostraron satisfechos de las jornadas:
por el buen ambiente de confianza y la franqueza en la
convivencia; sinceridad y valentía en las intervenciones;
aceptación y comprensión entre todos; mayor conocimiento de las
comunidades; desarrollo ajustado a lo programado; programación de
reuniones a nivel de Vicaría. Hasta nos acompañó el buen
tiempo. La atención de las Hermanas fue esmerada; y la comida,
sabrosa y abundante.
Las
animación de la liturgia correspondió a los padres Jaime
Quijano, César Rosales y José Luis Uruñuela. El primer día
presidió la eucaristía el padre Casiano Martínez, y el segundo,
el padre Ismael Ojeda.
El
día 19, hacia las ocho de la mañana, partimos a nuestras
comunidades contentos de haber experimentado lo bonito que es
vivir los hermanos unidos y, como priores, dispuestos a seguir
ejerciendo con renovado impulso la función animadora en medio de
los hermanos.
Número
43
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