Maracaibo
San
Onofre
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El
corresponsal
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Gracias
al tesón y buen hacer del padre Francisco Pablo, el centro
integral San Onofre es ya una hermosa y prometedora realidad. Fue
inaugurado y bendecido el 28 de junio, tras finalizar la eucaristía.
La ceremonia la presidió el padre Francisco, que estuvo acompañado
por los padres Justo Rioja y José Luis Alonso, por el personal médico
y colaboradores más activos de la parroquia. Con tiempo
suficiente se invitó al alcalde y gobernador, quienes habían
confirmado su asistencia. Sin embargo, sin explicación o
disculpas no acudieron.
El
edificio se compone de dos plantas: en el piso superior se
encuentran varios salones parroquiales amplios y cómodos, con
aire acondicionado. En la planta baja se hallan los consultorios médicos
dotados de instrumental moderno, como una pequeña clínica. Todo
muy bien montado. Atiende los servicios de medicina general,
medicina interna, odontología, obstetricia y ginecología con
distintas especialidades, pediatría, laboratorio clínico,
terapia respiratoria, ecografía... Estos servicios son atendidos
por especialistas que se han ofrecido a prestar sus conocimientos
profesionales a precios solidarios, dejando una parte de sus
honorarios a la comunidad parroquial, cantidad que también ayuda
a la economía de la casa.
Los
diferentes puntos del contrato se han estudiado y acordado en
diversas reuniones de estos profesionales de la medicina y la
comunidad religiosa. Es verdad que ha habido muy buena voluntad
por parte de todos, pero también han surgido situaciones
anormales que han aconsejado no incluir los servicios de alguno de
aquéllos. El padre prior es supervisor y cuidadoso guardián de
todos estos servicios. Y hay que reconocerle que, con gran sentido
pastoral y con el visto bueno de los facultativos, ha querido
delegar en una persona de plena confianza la gerencia del centro.
Es
digno de reseñar que el edificio presta un gran servicio a la
comunidad parroquial mediante talleres varios, como peluquería,
corte y costura, autoestima, tarjetería, repostería, hábitos de
estudio y problemas de aprendizaje, bordado, elaboración de
cortinas y cenefas, ropa íntima, cursos de inglés y tareas
dirigidas. La receptividad por parte de la comunidad, en el
poquito tiempo que lleva funcionando, es grande y estimulante. La
gente manifiesta su gozo y satisfacción por esta gran iniciativa
del párroco, que siempre ha contado con la comunidad religiosa.
Todas
las obras grandes exigen muchos sacrificios, desvelos y
quebraderos de cabeza. Viendo que MINFRA (organismo gubernamental)
no parecía mostrar interés en terminar el edificio, tras haber
enviado varias comunicaciones haciéndoles saber a los
responsables que merecía la pena completar obra, se decidió
terminarla y ponerla en marcha en favor de la comunidad. El
consejo de la vicaría aportó lo necesario, convencido de que era
una verdadera necesidad pastoral, pues no sólo no existían
salones parroquiales, sino que un edificio con muchas
posibilidades estaba dejando de prestar los servicios para los que
fue construido.
La
hojita parroquial "Nuestra parroquia hoy" está
adquiriendo un relieve pastoral muy grande. Ha llegado ya a su número
veinte, mostrando cada día un contenido y una presentación
realmente admirables. Es una hojita en varios colores y con
cuadros bien logrados. En la primera página se presenta lo más
significativo del mes. En su interior aparecen los santos del mes,
figuras importantes de nuestra familia agustiniana, indicaciones o
lenguaje simbólico de la vida litúrgica, servicios médicos con
sus distintas especialidades y los diferentes talleres con los
horarios. En la cara posterior, aparecen las notas parroquiales,
los diferentes grupos parroquiales, y el calendario de los
principales santos del mes.
Número
43
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San José. Agustinos Recoletos 2003
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